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Hace mucho rato debí haber escrito esto, a manera catarsis, como forma de reconocerme, o simplemente como un memento para hacer memoria, memoria patria, personal, memoria de autista. Nunca creí que cumplir 21 años representarían un montón de cambios para mi, para mis amigos, para mi familia y hasta para mi país y que el momento por el que estoy pasando ahora sea una de esas cosas que veía lejos, como en otro universo cuando era un niño. A medida que vamos creciendo encontramos nuevos amigos, nuevas experiencias, y vamos empacando en una caja ciertos momentos y otras las metemos en bolsas de basura esperando que el carro recolector pase lo más pronto posible.
Ya no tengo excusa del porque me orine en la cama, de por que no hice la tarea, es que vamos creciendo a pasos agigantados y vamos dejando cosas que queríamos y que nunca pensamos dejar, aunque nos dolió dejar esos zapatos favoritos y fuimos felices cuando ese terrible jean no nos servía, ahora nos preocupa o nos duele ver crecer a los amigos, que esos planes un poco elevados ya son más aterrizados y que las cosas no son tan simples como cuando teníamos 14 y estábamos seguros que llegar a la luna era muy fácil. Me gustaría extenderme y contar muchas cosas, recordar, hacer muchos flash back y llorar por que me caí en los patines y no por que estoy creciendo y me asusta más que el coco o los payasos del circo que visite con mi tío cuando tenía como 4 años, y que aún recuerdo; es triste crecer, si, deprimente, hasta loco medio suicida, pero es muy satisfatorio mirar atrás y pensar en lo felices que fuimos, en lo felices que somos y en los felices que seremos recordarnos tal y como eramos unos niños; bueno aunque lo mas asustador es saber que ya te pueden meter a la cárcel más fácil y que difícilmente disfrutaras de la perubolica otra vez.
